¿Os he hablado del contador que hay a la derecha? Me recuerda a cuando corro. El tío no para, sigue que te sigue, acercándose cada vez más, yo sigo adelante, el va hacia atrás. ¿Asusta o motiva?
Os resumo, sin fotos esta vez, lo que ha sido mi entrenamiento en este largo período sin escribir en el blog.
Me fui de vacas a La Manga. No es el mejor sitio del mundo para correr, aunque tiene algunas ventajas. Hay un recorrido con subidas y bajadas que va por acantilados y que está bonito, siempre que tengas cuidado con no caerte. Además, hay una avenida principal donde te marcan los kilómetros, que siempre ayuda, aunque por allí siempre, siempre, pasan coches, así que te has de conformar con ir por un carril bici molestando a las bicis o por la acera, molestando a peatones... A pesar de ello, corrí por primera vez hora y 47 minutos, y me di cuenta que me va bien la humedad para correr (1 punto más para Amsterdam!!).
Después de La Manga, volví a Madrid, y luego me volví a ir de vacas. Esta vez para Asturias. Allí estuvimos en el camping playa Troenzo, en Celorio, que es una pasada. Camping con playa preciosa, y caminos cerca de los acantilados para trotar y trotar. No llegué muy lejos, pero hay indicados kilómetros los que quieras. Además, hicimos algún paseo de montaña, que viene muy bien tanto para las piernas como para el espíritu!!!
Y de vuelta a Madrid, sigo sumando kilómetros. Esta semana meto un aliciente, ¡¡¡la carrera de La Melonera!!! Mañana me voy con Kortxo a correrla, en plan suavito que hoy me tocan cuestas, y el lunes quiero correr un par de horitas, a ver qué tal me veo. Ya estoy saboreando el melón, rico, rico.
La próxima entrada prometo fotos, que faltaron.´
Mis piernas están que rugen, y parece que a Seco las suyas le piden más. El domingo 26, entrenaremos juntos... que empiece a temblar el suelo holandes...
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