jueves, 5 de agosto de 2010

Corre tulipan, corre

Correr, para todo aquel que lo conoce, y para el que ha oído hablar de ello, es un remedio buenísimo contra el mal humor. Eficacia probada, estás de mal rollo, sales a correr y plof! Las malas energías se desvanecen, relativizas todo lo que pasaba y llegas con buenas energías renovadas, para afrontar el día a día. En serio, es como magia, es muy grande la sensación. Para ello, hay que dormir bien, comer bien, y no entrenar en abuso, ni muy poco, vamos, el término medio, el equilibrio. ¡¡Corran, corran, y háganlo con una sonrisa de par en par!!

Pero... ¿y cuando estás de buen rollo? ¿Qué pasa si estás de buen humor y te da por salir a correr? Imagínate que estás contento porque sí, o imagínate que recibes una buena noticia, una gran noticia, que te recorre de cuerpo entero, que te hace latir el corazón más fuerte, que te llena de júbilo y notas que te levantas un poquito del suelo. Como a mí hoy mismo. Y mañana, y pasado, y en la maratón, y dentro de dos años. Si justo ahí, sales a correr...

¡¡¡VUELAS!!!




Que sepa el mundo entero, que no corremos por ser cobardes, no huímos de nada ni de nadie, sino que corremos porque somos felices y corremos para seguir siéndolo.

Esta entrada va dedicada a mis tulipanes preferidos...tenéis mucho que celebrar, tenemos mucho que celebrar.